El Movimiento de la Desilusión es lo que queda de lo que antaño fue un orgulloso capítulo defensor del Imperio. En la actualidad estos marines han abrazado al exceso y el placer y cada cierto tiempo aparecen de la disformidad para forjar la desilusión en los corazones de sus enemigos.
Origen
Antaño estos decadentes servidores de Slaanesh eran recios y orgullosos paladines del Dios Emperador portando orgullosos armaduras doradas y el nombre capitular de Caballeros de la Luz. Especializados en la guerra a distancia y portadores del estandarte del Imperio estos marines libraron reconocidas cruzadas con la misión de purgar xenos y caóticos por igual.
A lo largo de los siglos el orgullo de estos marines creía y su afán por la batalla también se veía en aumento. Abandonando posiciones defensivas tan solo para cargar contra sus enemigos o inclusive asesinando y matando aliados estos marines se comportaban de forma cada vez mas errática en busca de sentir la guerra en todas sus formas. Por ironías de la vida no fue el Dios de la Sangre el que les benefició con su don si no que fue su archienemigo, el príncipe del Caos y el señor del Exceso. Los Caballeros de la Luz empezaron a experimentar como todos sus sentidos se agudizaban y sentimientos como el dolor eran sustituidos por el placer. Los combates se convertían en escenas de puro placer y cada sensación se multiplicaba hasta el límite llevando así la locura y al placer a los Caballeros de la Luz.
El que fue su señor del capítulo de nombre desconocido mandó todas sus compañías a reagruparse en su crucero capitular. La reunión una vez fue terminada las brillantes armaduras doradas pasaron a ser servoarmaduras de colores morados y azulados decorados con cueros negros brillantes y todo tipo de decoración placentera para el príncipe del Caos. Finalmente el capítulo desapareció en la disformidad donde conquistaron un mundo demoníaco en nombre de Slaanesh convirtiéndose así el señor del capítulo en un gran demonio de Slaanesh el cual dirigiría hasta el día de hoy a su partida de guerra con la única intención de llevar el placer hasta su máximo explendor.